Ana
Hola a todos, mi nombre es Ana, tengo 26 años y hace casi 5 meses que me detectaron Linfoma de Hodgkin en Estadio II.
Todo empezó a finales de febrero, cuando un día decidí subir a urgencias por un dolor muscular en el cuello. Al llegar ahí me hicieron las pruebas típicas que te hacen, análisis, rallos X, etc. Al cabo de dos horas me llamaron para los resultados, y mi madre y yo pensábamos que me dirían que tenía una contractura, me pondrían un relajante muscular y me mandarían a casa. Al entrar en la consulta, el médico de guardia nos dijo que esperásemos que tenía que venir la hematóloga para explicarnos qué era lo que tenía. Es entonces cuando empiezas a sospechar que algo va mal.
Entró por la puerta, se presento y me dijo: "Ana hemos encontrado algo raro en la sangre y tenemos que ingresarte para hacerte mas pruebas". Yo con eso ya me imagine lo que era. Le pregunté si tenia cáncer y ella me miró a los ojos y me dijo: "Es probable que SÍ". Me dijo que tenía un 50% de probabilidades de que sería algo malo y otro 50% de que fuera sólo un virus. Fueron segundos lo que tardé en quedarme sin aire, a imaginar que me iba a morir, el "por qué a mí" y no a otro... En fin, todo lo que se piensa en esos momentos. Mi madre fue la más valiente de las dos, se mantuvo firme, dándome ánimos y diciéndome que todo iba a salir bien, pero yo no quería quedarme ingresada, quería irme de allí como fuera. A la médica le costó mucho convencerme de que me quedase, hasta que al final me convenció. En esos momentos no reaccionas, no puedes pensar con claridad, te cuesta respirar y sólo ves que todos tus sueños, tus metas, tus alegrías se van esfumando por culpa de una enfermedad.
Pasó un rato hasta que me subieron a planta, y yo no hacía más que llorar en aquel box abrazándome a mi madre. A las 2 de la noche me subieron a la habitación, y no podía parar de pensar en lo mismo: "Tengo cáncer". Pasé 5 días ingresada y fueron los peores días de mi vida, las noches eran muy duras y los días se hacían muy largos, intentado no pensar en los resultados y en ese 50% malo. Pero el pensamiento siempre estaba ahí y no lograba ignorarlo.
Me enviaron a casa el fin de semana ya que me habían hecho todas las pruebas (ecografía, tac, biopsia, análisis...) y tenía que volver el martes a por los resultados. Pasé un fin de semana intentando distraerme de todo, pero el día del resultado había llegado. Allí estábamos, mis padres, mi tía y mi mejor amiga en la sala de espera. Al cabo de un par de minutos me hicieron pasar y allí mismo, en la consulta, me hicieron una biopsia de hueso y médula.
Al terminar, el medico habló con nosotros. Los resultados eran claros: Linfoma de Hodking en estadio II y el tratamiento... quimioterapia.
En toda la semana había pensando en cómo iba a reaccionar si me decían que tenía cáncer, pensaba que el mundo se me caería encima si me lo confirmaban, pero la verdad que no fue así. Les pregunté por el pronóstico y me dijeron que era bueno, que la enfermedad no estaba avanzada y con 6 u 8 ciclos de quimioterapia y radioterapia sería suficiente. Sólo me dieron 1 día para hacerme a la idea de que tenía que empezar con la quimio. El hacerte a la idea de que vas a pasar 6 meses con vómitos, fiebre, mareos... y por supuesto de que se te va a caer el pelo.
Tenía miedo, no sabía cómo lo iba a afrontar, cómo podría seguir con una sonrisa en la cara todos los días, pero en el momento que me senté en el sillón de la sala de hematología, con las 3 bolsitas amarillas de quimioterapia, sabía que tenía dos opciones, o quedarme atrás con mi enfermedad o mirar hacia adelante, siendo feliz e intentando buscar el lado bueno de todo aquello. Por supuesto, elegí la segunda opción, y aunque la gente no se lo crea esta enfermedad sí que tiene un lado bueno. Desde aquel día empecé a ser más fuerte, más valiente, y a pensar que yo podría con esta enfermedad. Empiezas a ver las pequeñas cosas que antes ni siquiera veías y que ahora te hacen muy feliz. Te das cuenta de lo mucho que te quiere la gente, y día a día ves que tienes unos padres que siempre serán valientes por ti, que estarán ahí para lo que haga falta, que son los mejores padres del mundo, que las que antes eran mis primas ahora son "mis hermanas" y que tienes unos amigos que les estaré agradecida toda mi vida.
Ana y su prima
Pensaba que con mi enfermedad no podría hacer muchas cosas, pero con el tiempo me di cuenta de que eso no era así, de que puedes hacer lo que te propones, y el que no lo consigue es porque no quiere.
Pensé en hacer una lista de las cosas que me gustaría hacer y la titulé "Deseos que una enfermedad no va a impedir que cumpla".
Y a día de hoy ya he cumplido más de la mitad de mis deseos, como el de conseguir el cinturón naranja en karate, subir hasta san Juan de Gaztelugatxe, irme un día de "juevintxo"... y cada vez que hago una de las cosas de mi lista me siento mejor, con más fuerza y más alegre para seguir con todo esto para adelante.
Ana en San Juan de Gaztelugatxe
El 13 de junio me dieron una buena noticia, que mi enfermedad estaba en remisión, que todavía "queda algo" pero que con los 6 ciclos de quimioterapia sería suficiente. Fue la mejor noticia en muchos meses, sabía que me iba a currar, que iba a poder superar todo esto. A día de hoy sólo me quedan 3 quimios y cuento los días para acabar con ellas. ¡El 8 de agosto está a la vuelta de la esquina y yo lo voy a conseguir!
Antes de todo esto pensaba que lo tenía todo, un trabajo, amigos, un coche... pero lo que no sabía es que realmente no me estaba dando cuenta de una cosa, tenía salud y eso vale más que cualquier cosa. Ahora mismo sé que cuando supere esta enfermedad lo tendré todo en esta vida, y el mejor recuerdo de todo este camino es que he crecido como persona y que todo lo malo pasa para que te des cuenta de que siempre hay cosas buenas.
Me gustaría que todo el mundo lo pudiera pasar como yo, que no tuvieran problemas con la quimio, ni que se les cayera el pelo, pero como sé que no a todos nos sienta de la misma forma solo puedo deciros: ¡ANIMO! ¡Sed fuertes por vosotros y por la gente que os quiere, que nosotros podemos con todo y sobre todo SONREID!
¡Un saludo y gracias por estar ahí!
Ana
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