César
César describe en pocas palabras su experiencia donando médula ósea:
"Te describo en breves palabras, aunque siempre es difícil definir, mis sentimientos respecto a la donación. Lo principal es que he recibido muchísimo más de lo que he dado. ¿Qué dí? Un poco de mí y apenas tres días de dedicación, nada comparado con el posible resultado, salvar una vida. ¿Qué recibí? Mucho. Recibí mucho cariño de mis seres queridos. Su apoyo sin condición y su comprensión. La seguridad de que siempre estarán ahí en cualquier situación. Y esto es importante. Recibí el gran don de dar esperanza a aquellos que lo necesitan. Si la pequeña criatura se ha salvado, ojalá así sea, le deseo que su vida sea genial. Recibí, sobre todo, un gran mensaje. Que ya se me había acabado el tiempo de recibir, es mi momento de dar. El acto de donar quiero que sea un punto de inflexión en el que la balanza de dar supere a la de recibir. Como dicen los futbolistas: "Sí, bueno, este partido ya está superado, pero tenemos que seguir sumando puntos y ya estamos pensando en entrenar para el próximo partido". Yo sé que el mérito de ganar ese partido no ha sido sólo mío, a ello han contribuido mis "compañeros" (la Fundación Carreras, el hospital, los enfermeros, etc.), todos tan necesarios como el engranaje de funcionamiento del universo.
Yo siempre digo "si haces bien no se lo digas a nadie y si haces mal díselo a tu corazón". Ahora mi corazón duerme tranquilo y esto también es importante."