Diego
Un día cualquiera, en cualquier lugar y en cualquier circunstancia la vida te pone al borde del abismo. Pero el abismo no es más que el sendero para poder seguir caminando con los que quieres y a esto nos aferramos los que por unas circunstancias u otras nos vemos en la tesitura de:
- Dejarnos llevar en la enfermedad y ser dignos de lástima
- Ser personas que no se renuncian a su suerte
En verano de 2004 una prueba de fe llamó a mi puerta y mi puerta se abrió. Y esa apertura me sumió en la más profunda amargura, pero a su vez me dio a conocer algo que tenía a mi lado y que ha sido mi "verdadera fuerza", mi compañera que siempre ha sabido estar y ponerme de cara ante todos los retos y sobreponerme a todas las adversidades. JAMÁS PODRE AGRADECERLE SU PRESENCIA, SU PERSISTENCIA, SU TENACIDAD Y SU AMOR, que han supuesto la bendición y la fuerza auténtica de superación de mi prueba de fe.
Tras el descubrimiento de mi leucemia, tardé un tiempo en poder empezar a tratármela y en esos momentos toda mi vida pasó ante mis ojos de una forma instantánea. El miedo y las dudas me ahogaban, pero sin embargo todo a mi alrededor tomaba una nueva dimensión en la que mi yo se difuminó y un nuevo aire penetró en mi vida. Todos estaban por mí y hasta yo estaba por mí, por mi lucha. Eso es lo más real de todo, la lucha, el nada es imposible, todo lo puedes superar y por unas cosas u otras aquí estoy aún hoy. Quizás el no llorar, no llevar por delante el nombre de tu lucha ocasione situaciones anómalas que te lleven a sufrimientos pasajeros pero ante esto lo mejor es el AGRADECIMIENTO sincero a todos y por todo.
Mi lucha no ha sido tan dura como las de otros, debido quizás al acierto de mis ángeles en la elección del tratamiento (Imatinib) en pastillas ha posibilitado la ausencia de otras complicaciones, sin embargo, en el camino aparecen otras luchas que te duelen y en las que no puedes estar tú y, a veces, como en mi caso, esas luchas no llevan a la victoria y con el dolor de las pérdidas (Aurora y Valero), te llevan de nuevo al oscuro sendero del abismo, la ofuscación e incluso la incomprensión. Al final el caminante hace su camino, incluso por el abismo, amparado por esas manos vivas que te sostienen en el precipicio del vivir.
Las pruebas siempre han ido en la buena dirección siempre de la mano de mi GUÍA, la Dra. MARÍA PILAR LOPEZ GARRIDO y sus ayudantes, a los cuales estaré eternamente agradecido por sus esfuerzos y esmero en la atención a todos los que de una forma u otra hemos estado presentes en el desempeño de su labor médico-social ejemplar.
No me gustaría pasar por alto algo que me hiere en el fondo de mi corazón, nunca se debe de dejar de apoyar a las personas en su lucha aunque sea de forma lejana, anónima, incluso esquiva. Cuando la lucha comienza es para ganar, pero cuando se va ganando y se van perdiendo los apoyos, el dolor y el vacío que se crea es tan grande que escapa a toda comprensión.
"EL MUNDO NO SOY YO PERO YO SIGO EN EL MUNDO."
Diego, durante la Semana contra la leucemia 2012, repartiendo folletos
En la lucha es importante tener presente que lo que hoy ganas, mañana lo puedes perder y viceversa, pero cada paso que das lo das por lo que buscas y esa búsqueda enriquece tu vida, y la fe de los que están siempre contigo en la lucha.
Lo bueno al final es poder compartir con los tuyos esta lucha y aportar tus vivencias a otros.
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