Ícar

EL RATONCITO ÍCAR 

Ícar, cuando tenía dos años, se disfrazó de ratoncito.

Y, cuando tenía cinco años, se volvió a disfrazar de ratón.

El primer ratoncito era un niño que había empezado a ir a la guardería del pueblo con un año y pico.

Era invierno, y esto hacía que los primeros resfriados despuntaran pese a que nunca había tenido ninguna complicación a nivel de salud. Era normal. Visitábamos al pediatra y volvíamos a casa con un jarabe bajo el brazo que nos hacía remontar unos días y de nuevo volvíamos a recaer. Era normal. Pero la tos y los mocos se fueron acentuando e incluso fuimos un par de veces a urgencias; todo era normal ... La tercera vez que acudimos, sin embargo, el panorama cambió y más bien todo se volvió ... extraño ... Y del Hospital Josep Trueta de Girona nos trasladábamos en ambulancia al Hospital de la Vall d’Hebron de Barcelona con un diagnóstico, pendiente de confirmar, aún, de leucemia.

Dos días después, todos los problemas de nuestro ratón se resumían en un nombre muy largo: Leucemia Aguda Linfoblástica de precursores T.

El impacto de la noticia fue un jarro de agua fría para toda la familia. El que lo toleró mejor, en definitiva, fue Ícar que, tan pequeño, apenas se preguntaba qué hacía en un hospital...

A partir de aquí, la relación que teníamos con él cambiaría radicalmente, y pronto padre, madre, abuelos, primos, tíos y amigos fuimos reorientándonos a llevar de la mejor manera posible esta situación y acompañarlo como mejor sabíamos.

Los primeros días fueron muy intensos, teníamos que encontrar las palabras adecuadas para explicarle todo lo que le estaba pasando a nuestro ratoncito (¡cuando nosotros prácticamente no entendíamos nada!). Y hacerle entender que aparcaríamos todo lo que conocía hasta entonces y lo cambiaríamos por un nuevo paisaje, lleno de batas y sábanas blancas, y, poco a poco, nos empezamos a familiarizar con palabras que nunca habíamos oído, desde "bomba" hasta "neutropenia".

En los escasos dos metros cuadrados de cama, que se convirtieron en la guarida de nuestro ratón, explicamos muchísimos cuentos, sí, y cantamos canciones, sí, y jugamos sin parar, sí ... mientras el personal de enfermería, que nos guiaba y cuidaba, seguía sus rutinas de controles periódicos y le administraba la medicación que los doctores iban pautando.

¡Sin embargo, nuestro ratón era feliz! Podemos contar con los dedos de una mano los días que nos costó arrancarle una sonrisa. Y nosotros, a pesar de todo, siempre teníamos una sonrisa a punto para él. Está claro que el día que nos dijeron que la respuesta al tratamiento de quimioterapia no había sido la prevista nos costó un poco... por suerte había una alternativa: el trasplante de médula ósea, y, por suerte, en la otra punta del mundo, en Estados Unidos, la Fundación Josep Carreras encontró un donante compatible.

 

El segundo ratón es un niño que, con cinco años recién cumplidos, tras una carrera de obstáculos que ha durado tres, va encontrándose cada día mejor, tiene una médula totalmente nueva, empieza a no depender de mil y una pastillas y jarabes en su día a día, a sentir que su corazón late correctamente, que sus piernas le permiten recorrer la calle más larga del pueblo, que puede empezar a quitarse la mascarilla de la puñeta, que la ansiedad que le generaba tanta cortisona comienza a borrarse, que ve más allá de las paredes de su casa y pronto podrá comenzar a acercarse al mundo de los niños, lo que le corresponde. Un niño que este invierno ha podido descubrir qué es pisar nieve y, en verano, lo que significa de verdad bañarse en la playa. E incluso a finales de verano, ha descubierto qué quiere decir eso de ir a la escuela, lo que hacen todos los niños menos él.

Por todo ello sabemos que los donantes de médula ósea son brutales!

¿Lo que no sabemos es si el próximo carnaval Ícar querrá volver a disfrazarse de ratón?!

Infinitamente agradecidos a los donantes de médula ósea por su gesto voluntario y altruista, y también a todo el engranaje que se dibuja detrás de ellos (investigación médica, personal sanitario, avances tecnológicos ...) Gracias!

JulÍcaRoser *

Ícar, Julià y Roser

Página web actualizada 15/03/2019 10:38:15