Mª Rosa
Un paciente de Estados Unidos recibió la médula ósea de Mª Rosa en 2004 ya que necesitaba un trasplante y ella era la donante idónea. Mª Rosa nos relata su experiencia así:
"El destino hizo que mi médula fuera compatible con la de otra persona... No la conozco. Es una chica de 20 años. Es mi "hermana de médula".
Quiero decirles que no tengan miedo a ser donantes. Quiero decirles que para la solidaridad y la humanidad, no valen excusas. Quiero decirles que la donación de médula es la única posibilidad de vida para algunas personas. Quiero decirles que he donado médula y estoy perfectamente. Quiero decirles que quizás ustedes o un familiar próximo, necesiten algún día, la ayuda de un donante anónimo. Quiero decirles que yo no me atrevería a pedir si no estoy dispuesta a dar. No tengan miedo a ser donantes".