María Gabriela
Hola, me llamo María Gabriela, tengo 22 años y soy de Venezuela, aunque vivo en Barcelona. El día 3 de diciembre se cumplieron 2 años desde que me diagnosticaron "leucemia mieloblástica aguda de alto riesgo".
Todo empezó con unos mareos, vómitos, desmayos y pérdida de peso que no parecía ser nada grave... Al ingresar en el hospital, me hicieron varias pruebas y al final tuvieron que pincharme para ver el estado de mi médula y ponerle nombre y apellido a mi enfermedad.
Eso me asustó e inmediatamente pensé que se trataba de algún tipo de cáncer y efectivamente así fue. A partir de ahí, recibí 5 largos ciclos de quimioterapia y finalmente, el trasplante de sangre de un cordón umbilical no emparentado, ya que mi hermana y mi madre (quienes vinieron desde Venezuela) para estar a mi lado, lamentablemente no fueron compatibles conmigo.
El proceso fue muy lento, duro y sobretodo doloroso y molesto, aunque gracias a Dios nunca necesité ayuda psicológica, tuve mucha fuerza y apoyo tanto de mi familia, como de mi pareja, y mis médicos y enfermeras.
Al mes y medio de mi trasplante no estaba muy bien y los médicos me dieron el alta para que estuviera unos días con mi familia, ya que quizá habría la posibilidad de necesitar un nuevo trasplante o finalmente darme por desahuciada, (cosa que me enteré unos meses después). Pero al poco tiempo, empecé a encontrarme mejor y pensé que las nuevas células estaban haciendo su trabajo... Y así fue, poco a poco fui curándome y ahora estoy totalmente SANA y FELIZ!!!
Todo me ha servido para valorar más las cosas que tengo, darme cuenta del AMOR que me tiene mi familia y les tengo yo a ellos, descubrir quienes verdaderamente decían ser mis "amigas" y si tenía alguna duda del amor que me tiene mi pareja, ya no la tengo y sobretodo estar segura de que existen los milagros porque yo soy un ejemplo de ello!!
Con todo esto quiero darle fuerzas a todas esas personas que aún están en tratamiento y decirle a todas las familias que no pierdan nunca la fe, que la curación existe por muy duro que sea el camino. Gracias a todos los médicos que lo hacen posible. A todos, un millón de abrazos y ánimos!!!