Mary Carmen
Me llamo Mary Carmen y me gustaría contar mi historia. Tengo 57 años y mi odisea empezó en la Navidad de 1995, cuando tenía 38 años. Me diagnostican un linfoma folicular en estadio IV. Recibí seis sesiones de quimioterapia y, tras unas cuantas pruebas, tuve que recibir cuatro más, ya que el linfoma no se reducía.
En octubre de 1996 entré en remisión y me prescribieron interferón, un tratamiento que recibí durante 16 meses y que consistía en una inyección cada 48 horas. Fueron 256 inyecciones en total. Finalmente, tuvieron que retirarme el tratamiento pues me hacía más daño que beneficio.
En 1998 volví a recaer y me propusieron un autotrasplante, al cual me sometí en 1999, después de seguir todo el protocolo: quimioterapia, ingresos, bajadas de defensas, antibióticos, etc. Tuve una buena pero en 2003 volví a recaer.
La última recaída ha sido en 2007. Desde entonces, recibo un tratamiento sustitutivo de inmunoglobulinas una vez cada mes, por el cual tengo que estar 5 horas conectada a la bomba.
Sé que mi relato es muy largo pero me animo a escribirlo por si puede ayudar a otros en mi misma situación. No hay que perder la esperanza. Hay que luchar con todas las fuerzas y ser positivo.
Un saludo,
Mary Carmen