Rosa Mari Rosell
Mensaje de Rosa Mari Rosell, paciente de mieloma múltiple de 52 años, después de su estancia en uno de los pisos de la Fundación en Barcelona, cerca del Hospital Clinic durante los meses de marzo y abril de 2013.

Transcripción del mensaje:
"Hola, soy Rosa Mari Rosell, nacida en la Seu de Urgell y hoy andorrana, residente en la parroquia de Ordino (la parroquia más bonita del principado).
Todo empezó un 11 de septiembre de 2012. Salía de la bañera y me rompí el húmero. Después de ir a urgencias me diagnosticaron el mieloma múltiple. La médula del hueso estaba afectada y se había extendido por la columna.
Parecía todo un mal sueño y ante la imposibilidad de mover mi brazo derecho, me hacía depender siempre de alguien (para comer, para ir al lavabo, para vestirme... para todo) tenía todo esto añadido más la enfermedad.
Decidí luchar, por todos los que tanto me quieren y que tanto lo han demostrado, ya que sabía que si me veían como siempre, fuerte, alegre, ellos saldrían adelante. Mi primer agradecimiento es para ellos (hijos, marido, padres y amigos).
Lo que no podía hacer con la mano derecha lo hacía con la izquierda, aprendí a escribir y coger los pinceles con la izquierda, así pasaba las largas tardes de este invierno de frío y mucha nieve. Por las mañanas los lunes y viernes tenía que ir al hospital a la rehabilitación del brazo y la mano derecha; y después quimio. En este apartado tengo que agradecer a las enfermeras de quimio, en especial a Marta y Eva por sus ánimos y a las fisio Maria Pía y Anna, que han hecho que mi mano y mi brazo derecho respondan. Todo esto duró desde septiembre de 2012 a enero de 2013.
Recibí radioterapia en la Clínica Teknon, 11 sesiones. El paso siguiente: autotrasplante de médula ósea. Pero en esta historia no soy yo la protagonista: tengo que agradecer en primer lugar al Dr. Lobo, por estar a mi lado desde el primer día; él es quién hizo todo el seguimiento, junto con el Dr. Xavier Latorre, la Dra. Yvette Ruis y el traumatólogo que me operó el brazo, que estuvo y está a mi lado, el doctor Nacho Torrero. El gran equipo del hospital Nuestra Señora de Meritxell de Andorra. Todos me han hecho sentir muy bien y segura de mí misma.
Y si hoy me encuentro bien es porque me han hecho sentir muy pero que muy bien, gracias a la Fundación Josep Carreras y la hospitalidad que nos ha ofrecido desinteresadamente, haciéndose muy agradable el tiempo. También quiero dar gracias a la Sra. Esther Soto, que sin su dedicación no hubiera sido lo mismo, en el caso de haber sido hospitalizada. Aquí he podido pintar, relajarme mucho más y todo esto ha sido posible porque ante todo hay grandes personas como la Sra. Concepció Llauradó y Mascaró que han hecho posible que los pacientes de leucemia y sus familias encuentren acogida en este piso de Villarroel, 182.
Agradecimientos infinitos por el equipo de aféresis, al Dr. Marín y al equipo de enfermeras extraordinarias y al Dr. Gonzalo Gutiérrez. Y muchísimas gracias al Dr. Francesc Fernandez, junto con su equipo de enfermeras que me han ayudado tanto, a Cristina, Adela, Susanna y Albert. Todos han escrito páginas en blanco de mi vida, formando parte de mi historia, doy las gracias por haberlos conocido.
Y a los que pasáis por situaciones similares, muchos ánimos, no perdáis la ilusión ni la fe. Yo pienso hacer mi vida de colores, de ilusiones, no espero sueños, espero vivirlos, disfrutar de noches llenas de estrellas, del perfume de las flores, ser feliz con pequeñas cosas que dibujan en mí una sonrisa. Que me acaricie el viento que sopla el sol, sueños secretos a la luz de la luna.
¡Gracias a todos por hacerlo realidad!"
Rosa Mari Rosell.