Silvia
Mi plan: Silvia Díaz del Valle
Marzo de 2010 de vacaciones en Túnez. Poco tiempo antes de caer enferma.
"A mediados de abril de 2010, una noche de sábado comencé a sentirme mal: fiebre y malestar. Creía que me estaba entrando una gripe. Esa semana fui al médico, me dijo que tenía un fuerte resfriado. Cada día me sentía más cansada, y el supuesto resfriado iba a peor. Decidí ir a un neumólogo porque no mejoraba, sufría una fuerte tos y cada vez me costaba más respirar. Me diagnosticó inflamación en la tráquea. Seguía trabajando a duras penas, soy profesora de fotografía en la Escuela de Arte de Málaga. El médico no me dio la baja hasta el 20 de mayo. El 26 de mayo me levanté y veía todo completamente borroso. Fui a Urgencias, estuve allí durante 10 minutos y el médico se limitó a cambiarme la medicación que estaba tomando. A nadie se le ocurrió hacerme una analítica.
El 4 de junio de 2010 ingresé de urgencias en el Hospital Carlos Haya de Málaga con niveles de sangre incompatibles con la vida. Ese día me cambió la vida. Por primera vez iba a pasar una noche en el hospital, en concreto en la 6ª planta del Hospital Carlos Haya de Málaga, la de Hematología. No sabíamos lo que significaba ingresar ahí, ahora sí lo sabemos. Llegué con un nivel de 2.8 de hemoglobina en mi cuerpo. En dos días me transfundieron 5 bolsas de sangre. Pensábamos que la causa sería consecuencia de un virus y que todo se quedaría en un pequeño susto, que pasaríamos un fin de semana en el hospital y el lunes para casa, pero ese fin de semana se prolongó muchísimos días más, se prolongó meses. Con 33 años el mundo se paró a mi alrededor.
El lunes 7 de junio me hicieron la punción de la médula, la primera de las ocho que llevo. Es una sensación extraña la de la punción. Como hablaba el otro día con mi amiga Bea que también ha pasado por ello, la punción es "como si te sacaran el alma". Al día siguiente mi doctora me comunicó el diagnóstico exacto (leucemia mieloblástica aguda MII) y me dijo: "te vas a curar". En ese momento le das sentido a todo: a las pequeñas y a las grandes cosas, y te obligas a cambiar objetivos. Ya no hay que pelear duro por hacer mejor o peor mi trabajo, ni porque nadie reconozca mi labor, ni por caer bien a unos y a otros. Ahora el único objetivo era pelear muy duro por salvar mi vida, mientras que la familia y los amigos me daban fuerzas. Pasé el verano de 2010 en el hospital, a mes de verano por ciclo de quimio (de junio a septiembre). A los 4 ciclos de quimioterapia le siguió el trasplante de médula, mi única posibilidad de curación. En un principio contemplaron la posibilidad de hacer un trasplante de cordón, pero un viernes a finales de septiembre por la noche, la doctora entró en mi habitación para comunicarme que había una chica americana compatible conmigo.
Después de unos días de descanso, el 23 de octubre de 2010 ingresé de nuevo y ahí empezó la cuenta atrás hasta el esperado DÍA 0. Era sábado y allí en el hospital me estaba esperando el gran Salvador, uno de los muchos enfermeros grande donde los haya, que me sacó muestras de todos los colores, hasta de mi nariz, y que me dio un abrazo con tanta fuerza esa tarde minutos antes de ingresar en la cámara, que me llegó al alma.
En la cámara permanecí treinta días. Entré el 23 de octubre y el 23 de noviembre me fui para casa. La semana de acondicionamiento fue bastante completita, 2 días de quimio y 3 de radioterapia. Y el 31 de octubre de 2010 se realizó mi trasplante. Durante mi estancia en la cámara, una de mis dedicaciones para amenizar los días, fue realizar fotografías. Con mi pequeña cámara compacta, previamente desinfectada con lejía, me dediqué a reflejar mi día a día. Comenzó como una distracción más y acabó convirtiéndose en una exposición fotográfica: "Habitación 610", inaugurada el 17 de marzo de 2011 en la Diputación de Málaga con una serie de 16 fotografías dentro de las jornadas "Fotomanías 2011", organizadas por Carlos Canal.
17 de Marzo de 2011. Inauguración exposición "Habitación 610", cuatro meses y medio después del trasplante.
Hoy es 2 de octubre de 2011. Ya tengo 35 años, dentro de poco cumpliré un añito y me siento con muchas ganas de vivir y un gran afán de superación que me ha permitido afrontar todo esto.
Junio 2011. Escapada a Córdoba.
Y ya por último sólo me queda dar las gracias. ¡Gracias a tanta gente! Mi enorme agradecimiento a todos los que no paráis de mostrarme vuestro interés y muchísimo más, por haceros donantes de médula, que me consta que habéis sido muchos.
Familia y amigos: gracias a los que han estado y siguen estando siempre, gracias por vuestras muestras de aprecio y cariño y por vuestras palabras de aliento y ánimo en estos meses. ¡Y por vuestras plaquetas!
Gracias, gracias y gracias de todo corazón a todo el equipo de Hematología del Hospital de Carlos Haya de Málaga, sin su profesionalidad, humanidad y saber hacer, esto hubiera sido mucho más complicado de lo que es.
Gracias a mis compis de San Telmo, que como me decía la mañana antes de ingresar para el trasplante uno de ellos: "Sé que todos los compis de la escuela están muy pendientes de ti, así que ya sabes que hay un montón de energía en una misma dirección y con un solo objetivo".
Y aunque a muchos les parezca que de la leucemia no se puede aprender nada positivo, yo he aprendido muchas cosas, creo que la lista es interminable. Pero sobre todo destacaría que he aprendido a saber quién soy, a conocer mis límites y a no tener miedo a la muerte. Y a saber cómo es realmente la gente que me rodea. He aprendido a prestar más y toda la atención a los que de verdad les importo, así que a vosotros os digo que hay muchísima gente que supera todo esto y que yo he sido una de ellas, no os podía decepcionar. Ah! Y también he aprendido una cosa importante, ¡que me queda muy bien el pelo corto!
Agosto 2011. Vacaciones en Asturias con mis padres.
A menudo durante estos días ya fuera, se van pasando por mi mente esos largos 6 meses en el hospital. Ese recorrido diario que tanto mi familia como yo hacíamos como hipnotizados y pensando en qué pasaría y cómo iría todo. Ese recorrido forma ya para siempre parte de nuestra vida. Pero afortunadamente la vida sigue también su particular recorrido, y en ello estamos. Durante estos meses de recuperación he podido volver a viajar; hace dos días firmé con Fran como pareja de hecho y en enero si todo sigue como tiene que seguir me reincorporaré al trabajo.
30 septiembre 2011. Firmando como pareja de hecho.
Curar es despertar en el otro el deseo de vivir. No se trata tanto de hacer algo, como de transmitirme que mi dolor y mi sufrimiento cuentan. Y que cuentan de verdad. Hemos recibido innumerables muestras de cariño por las que, en la adversidad, nos sentimos afortunados".
Silvia