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La leucemia linfoblástica aguda en adultos

La leucemia en adultos afecta cada año a más de 6.000 personas en España. La leucemia linfoblástica aguda es el tipo de leucemia más prevalente en la población pediátrica pero también afecta a algunos adultos.

La información proporcionada en www.fcarreras.org sirve para apoyar, no reemplazar, la relación que existe entre los pacientes/visitantes de este sitio web y su médico.

Información proporcionada por el Dr. Josep Maria Ribera, Hematólogo y Consultor Senior del Servicio de Hematología del Instituto Catalán de Oncología – Badalona. Investigador del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras. Catedrático de Medicina de la Universitat Autònoma de Barcelona. (Colegio de Médicos de Barcelona Co. 14049)

Ares

Leucemia linfoblástica aguda.

“Con solo 26 años me diagnosticaron una leucemia linfoblástica aguda con cromosoma Philadelphia+. Este tipo de leucemia siempre requiere un trasplante de médula ósea.  Tuve muchísima suerte porque la Fundación Josep Carreras me encontró un donante 100% compatible. Jamás podré agradecer en persona a mi donante por su desinteresado acto que me salvó la vida. Mi donante no perdió nada al hacerlo y yo lo gané TODO: estar aquí, respirar, levantarme cada mañana y ver la cara de mi familia y amigos, VIVIR, algo que parece tan sencillo pero que para muchas personas no lo es”.

Las leucemias agudas son un grupo de enfermedades neoplásicas caracterizadas por la transformación maligna y producción incontrolada de células hematopoyéticas inmaduras de la línea linfoide (leucemia linfoblástica aguda, LLA) o mieloide (leucemia mieloblástica aguda o mieloide aguda, LMA).

La leucemia linfoblástica aguda es un tipo de cáncer de la sangre en el que, por causas desconocidas, se producen cantidades excesivas de linfocitos inmaduros (linfoblastos). Las células cancerosas se multiplican rápidamente y desplazan a las células normales de la médula ósea (ver Leucemia, médula ósea y células sanguíneas), el tejido blando del centro de los huesos dónde se forman las células sanguíneas.

En condiciones normales los linfocitos se producen en la médula ósea y en otros órganos del sistema linfático (timo, ganglios, bazo), siendo los encargados de nuestra defensa al ser capaces de atacar, directamente o a través de la producción de unas sustancias denominadas anticuerpos, a todo agente que invada o célula anómala que se produzca en nuestro organismo. En la LLA, los linfoblastos (precursores de los linfocitos) se fabrican en cantidades excesivas y no maduran. Estos linfocitos inmaduros invaden la sangre, la médula ósea y los tejidos linfáticos, haciendo que se inflamen y aumenten su tamaño normal. También pueden invadir otros órganos, como los testículos o el sistema nervioso central.

Si bien la leucemia linfoblástica aguda (LLA) suele afectar predominantemente a niños (representa el 80% de las leucemias en población pediátrica), no es infrecuente observarla en adolescentes y adultos jóvenes. En adultos, este tipo de leucemia predomina en los jóvenes de sexo masculino (edad media entre 25 y 30 años). Tan sólo un 10-15 % de los pacientes superan los 50 años. En España, la incidencia anual de LLA en adultos es de 30 nuevos casos por millón de habitantes y año. En global, en nuestro país, cada año alrededor de 1.400 personas son diagnosticadas de leucemia linfoblástica aguda.

La leucemia linfoblástica aguda puede afectar a los linfocitos B, que producen anticuerpos para ayudar a combatir las infecciones, o a los linfocitos T, responsables de coordinar la respuesta inmune mediada por células.

Por consiguiente, los tipos de leucemia linfoblástica aguda se dividen en: leucemia linfoblástica aguda B y leucemia linfoblástica aguda T (menos común). Por ello, la Organización Mundial de la Salud clasifica a las LLA de acuerdo con el tipo de linfocito afectado (B o T) y el grado de maduración del mismo, distinguiéndose:

Leucemia linfoblástica aguda de precursores B (incluye diversos subtipos identificables mediante estudios inmunofenotípicos, que se denominan Pro-B, Pre-B común, Pre-B y B maduro o Burkitt-like)

Leucemia linfoblástica aguda de precursores T (incluye diversos subtipos identificables mediante estudios inmunofenotípicos, que se conocen como Pro-T, Pre-T, tímica cortical y tímica madura)

En todas ellas pueden detectarse translocaciones cromosómicas (desplazamiento de parte de un cromosoma a otro cromosoma) y alteraciones en determinados genes que hacen variar el pronóstico y el tratamiento de la enfermedad. Por ejemplo, la presencia del denominado cromosoma Filadelfia, una translocación entre los cromosomas 9 y 22 [t(9;22)], confiere un especial mal pronóstico a esta variedad de leucemia linfoblástica aguda, obligando a un tratamiento diferente al del resto de LLA.

Las causas específicas que originan la mayoría de los casos de leucemia linfoblástica aguda en adultos no se conocen. Asimismo, existen algunos factores de riesgo que se asocian con una probabilidad más alta de desarrollar una leucemia. Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta la probabilidad de que una persona pueda desarrollar cáncer.

Los factores de riesgo asociados a la leucemia linfoblástica aguda son, según la American Society of Clinical Oncology:

  • Trastornos genéticos. La leucemia linfoblástica aguda ocurre más frecuentemente en personas con los siguientes trastornos heredados:
    • Síndrome de Down
    • Ataxia-telangiectasia
    • Síndrome de Li-Fraumeni
    • Síndrome de Klinefelter
    • Anemia de Fanconi
    • Síndrome de Bloom
    • Neurofibromatosis

  • Dosis altas de radiación. Las personas que han estado expuestas a niveles altos de radiación (Ver apartado Leucemia, médula ósea y células sanguíneas) pueden ser más propensas a desarrollar una leucemia aguda (mieloide o linfoide). Esto incluye a personas que han recibido radioterapia para otro cáncer o supervivientes a largo plazo de bombas atómicas o accidentes de fugas de radioactividad. No se ha demostrado que los campos electromagnéticos generados por líneas de energía eléctrica de alto voltaje causen leucemia linfoblástica aguda. El uso de teléfonos celulares no es un factor de riesgo de leucemia linfoblástica aguda conocido.

  • Quimioterapia. Las personas que han recibido quimioterapia para otro cáncer pueden desarrollar una leucemia mieloide aguda relacionada con la terapia anterior.

  • Sustancias químicas. El contacto prolongado con productos que contienen benceno (que se encuentra en el petróleo, el humo de cigarrillo y algunos lugares de trabajo industriales) aumenta el riesgo de leucemia mieloide aguda. Sin embargo, no se ha demostrado que la exposición a disolventes industriales y a tintes capilares aumente el riesgo de una persona de desarrollar leucemia.

  • Algunas infecciones virales. La infección por el virus linfotrópico humano de células T tipo 1 (HTLV-1) puede causar un tipo infrecuente de leucemia linfoblástica aguda de células T. La mayoría de los casos ocurre en Japón y en el área del Caribe. En África, el virus de Epstein-Barr (EBV) se ha relacionado con el linfoma de Burkitt, y también con una forma de leucemia linfoblástica aguda (Burkitt-like).

La leucemia, como otros tipos de cáncer, no es contagiosa. Ver apartado Leucemia, médula ósea y células sanguíneas.

Las manifestaciones clínicas de los enfermos de leucemia linfoblástica aguda reflejan, por una parte, una insuficiencia medular, es decir, la falta de producción de células normales de la sangre provocada por la proliferación de los linfoblastos en la médula ósea y, por otra, la infiltración de los distintos órganos y tejidos por los linfoblastos. Ver leucemia, médula ósea y células sanguíneas. El comienzo es casi siempre agudo y las manifestaciones clínicas no suelen preceder al diagnóstico en más de dos meses.

Lo habitual es que el enfermo presente síntomas como: pérdida de apetito, sensación de debilidad y fatiga, fiebre, dolores óseos, articulares y musculares, hematomas en brazos y piernas, producidos por la falta de plaquetas. En ocasiones se producen verdaderas hemorragias espontáneas (nariz, encías) o bien hemorragias excesivas en pequeñas heridas.

Algunos pacientes pueden presentar infecciones (abscesos, sinusitis, neumonía, etc.) como síntoma inicial. En otros, puede observarse un aumento del tamaño de los ganglios linfáticos y molestias abdominales como consecuencia del crecimiento del hígado y el bazo. Un pequeño porcentaje de enfermos puede presentar manifestaciones como consecuencia de la compresión de estructuras vecinas (por ejemplo, las del interior del tórax) por parte de los ganglios linfáticos inflamados, o bien síntomas derivados de la infiltración del sistema nervioso central (dolor de cabeza, vómitos, somnolencia, etc.), de los testículos (dolor, hinchazón) o de los huesos (dolores óseos).

Aunque cualquier órgano puede estar infiltrado por los linfoblastos, los más frecuentemente afectos son el hígado, el bazo y los ganglios linfáticos. En los niños, la frecuencia de infiltración de estos órganos es del 80 %, 70 % y 50 %, respectivamente, mientras que es algo menor en adultos. La infiltración de otros órganos como las mamas, los testículos o la piel y las mucosas es muy poco frecuente en el momento del diagnóstico, aunque puede constituir la localización inicial de las recaídas.

Para efectuar un diagnóstico preciso, deberán realizarse diversas extracciones de sangre y de médula ósea (obtenida esta última mediante punción del esternón o del hueso de la cadera) en la que se analizarán diversos aspectos como el recuento de leucocitos, hematíes y plaquetas, y el estudio exhaustivo de los linfoblastos mediante su observación al microscopio y la aplicación de otras técnicas diagnósticas como el estudio del fenotipo, el estudio de las alteraciones de los cromosomas y de los posibles genes alterados. Además, se efectuarán radiografías para valorar si existe aumento de tamaño de los ganglios del interior del tórax o del abdomen y se valorará si la enfermedad se ha extendido al sistema nervioso central mediante una punción lumbar con el fin de analizar el líquido cefalorraquídeo que baña dicho sistema.
 

Cada tratamiento de cada subtipo de leucemia linfoblástica aguda se determinará en cada caso teniendo en cuenta el subtipo de la enfermedad, la edad, el estado general del paciente y, posteriormente, la respuesta al tratamiento inicial.

El objetivo principal de cualquier tratamiento en las leucemias u otras hemopatías malignas es conseguir la remisión completa de la enfermedad a nivel molecular, es decir la eliminación de tanta cantidad de células leucémicas como sea posible. Ello se puede medir en la actualidad estudiando la llamada enfermedad residual mediante técnicas específicas capaces de detectar alteraciones moleculares. Para lograr este objetivo, en el tratamiento de las leucemias linfoblásticas agudas existen 3 fases de tratamiento: de inducción a la remisión, de consolidación/intensificación y de mantenimiento.

Tabla CPSS

Por lo general, el tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda debe comenzarse tan pronto como sea posible después del diagnóstico, ya que esta puede progresar muy rápidamente.

Debido a la administración de fármacos y/o de transfusiones sanguíneas, en general a los pacientes de leucemia aguda se les coloca un catéter venoso central para facilitar el tratamiento.

1. Fase de inducción a la remisión

Esta se basa siempre en quimioterapia intensiva, consistente en la administración de diversos agentes antineoplásicos por vía intravenosa con el objetivo de lograr que desaparezcan las células leucémicas de la sangre y la médula ósea (remisión completa), permitiendo la producción normal de las otras células sanguíneas. Se considera que un paciente ha alcanzado la remisión completa morfológica cuando la cifra de blastos en la médula ósea es inferior al 5% si bien lo que tiene un valor pronóstico es la detección de enfermedad mínima residual, para lo cual se mira la respuesta a nivel inmunofenotípico y en este caso la detección de blastos debe ser igual o inferior al 0.01%. Esta situación clínica suele alcanzarse tras el primer ciclo de tratamiento en el 80-85% de los adultos. Esta fase es breve e intensa y suele durar alrededor de un mes.

2. Fase de tratamiento de consolidación/intensificación

Esta fase tiene por finalidad destruir las células leucémicas residuales (enfermedad mínima residual) que en cualquier momento podrían comenzar a reproducirse y causar una recaída. El número de ciclos y su composición puede variar en función de los distintos protocolos terapéuticos. Esta fase también es intensiva y suele durar unos meses.

3. Fase de mantenimiento

Tiene como objetivo destruir toda célula leucémica restante que pudiera reproducirse a largo plazo y producir una recaída. Su duración es de dos años. Durante todo este tiempo, de forma periódica y con la finalidad de eliminar posibles células leucémicas acantonadas en el sistema nervioso, deben practicarse diversas punciones lumbares para administrar tratamiento en este nivel (quimioterapia intratecal).

El tratamiento hasta ahora descrito es el que suele aplicarse a pacientes considerados de riesgo estándar, es decir, aquellos en los que la leucemia tiene un pronóstico más favorable.

En los pacientes considerados de alto riesgo (con un elevado riesgo de recaída de la enfermedad, o tras una recaída,) está indicada la realización de un trasplante de progenitores hematopoyéticos (médula ósea, sangre periférica o sangre de cordón umbilical) a partir de un donante compatible (trasplante alogénico), idealmente un hermano histocompatible o, en su defecto, un donante voluntario no emparentado localizado a nivel mundial o una unidad de sangre de cordón umbilical. Recientemente también se emplean trasplantes a partir de familiares parcialmente compatibles (denominados trasplantes haploidénticos), cuando no es posible efectuar algún tipo de los trasplantes antes mencionados.

El trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos no suele incluirse en los protocolos de tratamiento estandarizados de las leucemias linfoblásticas agudas debido al alto riesgo de recaídas (más de 60%) tras el mismo.

La radioterapia externa a veces se usa en algunos subtipos de leucemia linfoblástica aguda para el tratamiento de adultos con una LLA que se diseminó o que es posible que se disemine al encéfalo o la médula espinal. La irradiación corporal total a veces se usa para enviar radiación hacia todo el cuerpo durante la preparación para un trasplante de células madre.

Azahar

Leucemia linfoblástica aguda.

“Poco antes de cumplir los 29 años, me acerqué al hospital para donar sangre. ¡Cuál fue mi sorpresa que me diagnosticaron leucemia! Además, era leucemia linfoblástica aguda Philadelphia +, un subtipo de la enfermedad que requiere de un trasplante de médula ósea para su curación. Vaya suerte, ¡eh! ¡Yo que iba a donar sangre para algún enfermo! Pasé mucho tiempo, semanas y semanas en aislamiento y recibiendo fuertes tratamientos de quimioterapia. Y, a posteriori, me sometí a un trasplante de médula ósea de un donante anónimo localizado por la Fundación Josep Carreras. Muchas gracias a ese donante anónimo que me dio una nueva oportunidad de vivir con mi hijo y mis amigas”.


En los últimos años se está produciendo una revolución en el tratamiento del cáncer y de la leucemia linfoblástica aguda B específicamente. Entre los nuevos tratamientos que hay disponibles para tratar la LLA destacan los tratamientos conocidos como medicina de precisión y la inmunoterapia, especialmente la inmunoterapia CAR-T.

La medicina de precisión consiste en administrar un tratamiento personalizado, dirigido frente a alteraciones genéticas presentes en el cáncer o leucemia del paciente en concreto. Así, por ejemplo, el imatinib ha aumentado de forma muy importante la curación de los niños con LLA con cromosoma Philadelphia (LLA Ph+).

Los tratamientos de inmunoterapia son tratamientos contra el cáncer que ayudan al sistema inmunitario a combatir el cáncer. El propio sistema inmunitario es potenciado para ayudar a su cuerpo a combatir las infecciones y otras enfermedades. La inmunoterapia se puede utilizar sola o en combinación con quimioterapia u otros tratamientos contra el cáncer.

Existen diversas terapias como:

  • Anticuerpos monoclonales e inhibidores de puntos de control

Cuando el sistema inmunitario detecta algo perjudicial, produce anticuerpos. Los anticuerpos son proteínas que combaten las infecciones al unirse a los antígenos. Los antígenos son moléculas que inician la respuesta inmunitaria en el cuerpo. Los anticuerpos monoclonales se producen en un laboratorio para mejorar los anticuerpos naturales del organismo o actuar como anticuerpos por sí mismos. Algunos anticuerpos bloquean la actividad de las proteínas de las células cancerosas consiguiendo que no se reproduzcan. Otros inhiben o detienen los puntos de control inmunitarios. El organismo utiliza los puntos de control inmunitarios (check-points) para detener de forma natural la respuesta del sistema inmunitario de atacar células sanas. Los inhibidores de los puntos de control inmunitario evitan que las células cancerosas bloqueen el sistema inmunitario. Algunos de estos anticuerpos monoclonales usados en el tratamiento de las leucemias linfoblásticas agudas son rituximab, blinatumomab inotuzumab, entre otros).

  • Terapias celulares como la inmunoterapia CAR-T

Entre otras terapias celulares, el tratamiento con linfocitos T CAR (CAR-T cells) ha tenido resultados muy prometedores en niños con LLA de tipo B. Los linfocitos T CAR son linfocitos que se recogen del paciente y se los modifica genéticamente para que reconozcan y destruyan a la célula leucémica. Ver Inmunoterapia CAR-T o cómo rediseñar las propias células para atacar el cáncer

Juanxo, 25 años

Leucemia linfoblástica aguda.

“Estoy aquí y sigo imparable gracias a la investigación. Me diagnosticaron una leucemia con 19 años y me sometí a un trasplante de médula ósea de un donante anónimo localizado por la Fundacion. Pero tuve una recaída precoz. Cuando peor pintaba la cosa y menos optimistas eran los médicos, apareció un pequeño hilo de esperanza en forma de ensayo clínico: una inmunoterapia CAR-T.Como bien me enseñaron, hay que intentarlo hasta agotar la última bala y así fue como hoy estoy completamente curado”.

  1. La leucemia linfoblástica aguda B madura (Burkitt-like). Con las pautas de tratamiento actuales el pronóstico de esta variedad de LLA ha mejorado notablemente con supervivencias cercanas al 70 % sin necesidad de realizar trasplante en muchos casos.
  2. La leucemia linfoblástica aguda cromosoma Philadelphia +. A pesar del progreso que ha supuesto el empleo, junto con la quimioterapia intensiva, de los nuevos inhibidores de la tirosincinasa (imatinib, dasatinib, nilotinib), esta variedad de LLA requiere indefectiblemente de la realización de un trasplante alogénico (de donante familiar o no emparentado o de sangre de cordón umbilical) para la curación (alcanzable en el 50-60 % de los pacientes).

Edu, 44 años

Leucemia linfoblástica aguda.

“El 30 de agosto de 2017 volví a nacer gracias a un trasplante de médula ósea de un donante anónimo localizado por el programa REDMO de la Fundación Josep Carreras. Padecía un tipo de leucemia linfoblástica aguda muy agresivo, el cromosoma Philadelphia+. Pienso agradecer cada día la vida y disfrutarla con todas mis ganas. ¡Somos imparables!”.


Después de completar el tratamiento, el paciente seguirá controles periódicos por su médico hematólogo y por otros especialistas para cada caso necesario. Los controles se realizan para evaluar una posible recaída y para hacer un seguimiento y un tratamiento de las posibles complicaciones a largo plazo. Estos controles se van espaciando progresivamente hasta hacerse una vez al año. Es recomendable realizar un seguimiento como mínimo anual a largo plazo para poder detectar pronto y poder tratar, si aparecieran, las secuelas del tratamiento o de la leucemia.

El pronóstico de los pacientes afectados de leucemia linfoblástica aguda varía sustancialmente en función de la edad y del subtipo de la LLA. La edad avanzada, el grado de leucocitosis inicial, la presencia de determinadas anomalías genéticas/moleculares, la presencia de localizaciones extramedulares (mediastino, sistema nervioso, testículos), así como la lentitud en la obtención de la remisión completa, entre otros, constituyen parámetros de un pronóstico desfavorable.

Con todo, el parámetro pronóstico más importante en el momento actual es la cantidad de enfermedad residual que tienen los pacientes tras el tratamiento de inducción y el de consolidación.

En las LLA de los adultos se acostumbran a identificar dos grupos pronósticos: las LLA de riesgo estándar (20-25 % de los casos con una supervivencia esperada del 60 % o algo superior) y las LLA de alto riesgo (con una frecuencia del 70-75 % y una supervivencia esperada del 40 %). Esta clasificación permite asimismo modular la intensidad del tratamiento del paciente.

Estas cifras son valores estadísticos promedios que en ningún caso pueden aplicarse a casos individuales ya que la evolución de cada paciente depende absolutamente de su estado, su edad y las posibles complicaciones que se presenten. Hay que recordar que, es una enfermedad tratable y con posibilidades de curación en muchos casos.

MATERIALES TESTIMONIALES

Puedes solicitarnos los libritos en formato papel para envío gratuito en España a través del email: imparables@fcarreras.es

TRASPLANTE DE MÉDULA ÓSEA

ALIMENTACIÓN

OTROS

En España existe un gran tejido asociativo para pacientes con cáncer hematológico que, en muchos casos, puede informarte, asesorarte e incluso, realizar algunos trámites. Estos son los contactos de algunas de ellas por Comunidades Autónomas: 

Todas estas organizaciones son externas a la Fundación Josep Carreras.


ESTATAL

  • CEMMP (Comunidad Española de Pacientes de Mieloma Múltiple)
  • AEAL (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE AFECTADOS POR LINFOMA, MIELOMA y LEUCEMIA)
  • AECC (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER). Presente en las diferentes provincias y en muchas localidades. Contactar con la sede más cercana o llamando al 900 100 036 (24h).
  • AELCLES (Agrupación Española contra la Leucemia y Enfermedades de la Sangre)
  • FUNDACIÓN JOSEP CARRERAS CONTRA LA LEUCEMIA
  • FUNDACIÓN SANDRA IBARRA
  • GEPAC (GRUPO ESPAÑOL DE PACIENTES CON CÁNCER)
  • MPN España (Asociación de Afectados Por Neoplasias Mieloproliferativas Crónicas)


ANDALUCÍA

  • AECC (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER). Presente en las diferentes provincias y en muchas localidades. Contactar con la sede más cercana.
  • ALUSVI (ASOCIACIÓN LUCHA Y SONRÍE POR LA VIDA). Sevilla
  • APOLEU (ASOCIACIÓN DE APOYO A PACIENTES Y FAMILIARES DE LEUCEMIA). Cádiz


ARAGÓN

  • AECC (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER). Presente en las diferentes provincias y en muchas localidades. Contactar con la sede más cercana.
  • ASPHER (ASOCIACIÓN DE PACIENTES DE ENFERMEDADES HEMATOLÓGICAS RARAS DE ARAGÓN)
  • DONA MÉDULA ARAGÓN


ASTURIAS

  • AECC (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER). Presente en las diferentes provincias y en muchas localidades. Contactar con la sede más cercana.
  • ASTHEHA (ASOCIACIÓN DE TRASPLANTADOS HEMATOPOYÉTICOS Y ENFERMOS HEMATOLÓGICOS DE ASTURIAS)


CANTABRIA

  • AECC (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER). Presente en las diferentes provincias y en muchas localidades. Contactar con la sede más cercana.


CASTILLA LA MANCHA

  • AECC (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER). Presente en las diferentes provincias y en muchas localidades. Contactar con la sede más cercana.


CASTILLA LEÓN

  • ABACES (ASOCIACIÓN BERCIANA DE AYUDA CONTRA LAS ENFERMEDADES DE LA SANGRE)
  • AECC (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER). Presente en las diferentes provincias y en muchas localidades. Contactar con la sede más cercana.
  • ALCLES (ASOCIACIÓN LEONESA CON LAS ENFERMEDADES DE LA SANGRE). León.
  • ASCOL (ASOCIACIÓN CONTRA LA LEUCEMIA Y ENFERMEDADES DE LA SANGRE). Salamanca.


CATALUÑA


COMUNIDAD VALENCIANA

  • AECC (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER). Presente en las diferentes provincias y en muchas localidades. Contactar con la sede más cercana.
  • ASLEUVAL (ASOCIACIÓN DE PACIENTES DE LEUCEMIA, LINFOMA, MIELOMA Y OTRAS ENFERMEDADES DE LA SANGRE DE VALENCIA)


EXTREMADURA

  • AECC (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER). Presente en las diferentes provincias y en muchas localidades. Contactar con la sede más cercana.
  • AFAL (AYUDA A FAMILIAS AFECTADAS DE LEUCEMIAS, LINFOMAS; MIELOMAS Y APLASIAS)
  • AOEX (ASOCIACIÓN ONCOLÓGICA EXTREMEÑA)


GALICIA

  • AECC (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER). Presente en las diferentes provincias y en muchas localidades. Contactar con la sede más cercana.
  • ASOTRAME (ASOCIACIÓN GALLEGA DE AFECTADOS POR TRASPLANTES MEDULARES)


ISLAS BALEARES

  • ADAA (ASSOCIACIÓ D’AJUDA A L’ACOMPANYAMENT DEL MALALT DE LES ILLES BALEARS)
  • AECC (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER). Presente en las diferentes provincias y en muchas localidades. Contactar con la sede más cercana.


ISLAS CANARIAS

  • AECC (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER). Presente en las diferentes provincias y en muchas localidades. Contactar con la sede más cercana.
  • AFOL (ASOCIACIÓN DE FAMILIAS ONCOHEMATOLÓGICAS DE LANZAROTE)
  • FUNDACIÓN ALEJANDRO DA SILVA


LA RIOJA

  • AECC (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER). Presente en las diferentes provincias y en muchas localidades. Contactar con la sede más cercana.


MADRID


MURCIA

  • AECC (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER). Presente en las diferentes provincias y en muchas localidades. Contactar con la sede más cercana.


NAVARRA

  • AECC (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER). Presente en las diferentes provincias y en muchas localidades. Contactar con la sede más cercana.


PAÍS VASCO

  • AECC (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER). Presente en las diferentes provincias y en muchas localidades. Contactar con la sede más cercana.
  • PAUSOZ-PAUSO. Bilbao


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* De acuerdo con la Ley 34/2002 de Servicios de la Sociedad de la Información y el Comercio Electrónico (LSSICE), la Fundación Josep Carreras contra la Leucemia informa que toda la información médica disponible en www.fcarreras.org ha sido revisada y acreditada por el Dr. Enric Carreras Pons, Colegiado nº 9438, Barcelona, Doctor en Medicina y Cirugía, Especialista en Medicina Interna, Especialista en Hematología y Hemoterapia y Consultor senior de la Fundación; y por la Dra. Rocío Parody Porras, Colegiada nº 35205, Barcelona, Doctora en Medicina y Cirugía, Especialista en Hematología y Hemoterapia y adscrita a la Dirección médica del Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO) de la Fundación).

Información revisada en noviembre de 2023.

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